
OAN Staff Blake Wolf
Viernes, 14 de marzo de 2025
Familias enteras fueron ejecutadas durante el reciente estallido de violencia en Siria, según afirmó la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en lo que parecen ser asesinatos por venganza tras el colapso del régimen de Bashar al-Assad.
La gran mayoría de las víctimas pertenecían a minorías alauitas, así como a civiles cristianos residentes en la región costera de Siria. Un portavoz de la ONU declaró que se ha verificado el asesinato de 111 civiles desde el jueves pasado, aunque se cree que la cifra real es significativamente mayor.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirma que el número de civiles muertos asciende al menos a 1200, la gran mayoría alauitas, a la que pertenece el exmandatario.
Se cree que los ataques fueron perpetrados por partidarios del presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, tras una emboscada a una patrulla de seguridad por parte de leales al antiguo régimen de Assad.
“En varios casos extremadamente alarmantes, familias enteras, incluyendo mujeres, niños y personas no combatientes, fueron asesinadas, y las ciudades y aldeas predominantemente alauitas fueron el blanco principal”, declaró el portavoz de la ONU, Thameen Al-Kheetan.
“Según numerosos testimonios recopilados por nuestra oficina, los perpetradores allanaron casas, preguntando a los residentes si eran alauitas o sunitas antes de proceder a matarlos o perdonarlos, según corresponda. Algunos sobrevivientes nos contaron que muchos hombres fueron asesinados a tiros delante de sus familias”, continuó.
“Todos los responsables de violaciones deben rendir cuentas, independientemente de su afiliación, de conformidad con las normas y estándares del derecho internacional. Las víctimas y sus familias tienen derecho a la verdad, la justicia y la reparación”, añadió Kheetan.
Debido a que el expresidente sirio, Bashar al-Assad, era alauita, se cree que esto es el motivo de los ataques contra la minoría alauita.
Un portavoz del comité de investigación recientemente creado por el nuevo gobierno afirmó que ya estaba “recopilando y revisando pruebas” para preparar un próximo informe sobre el asunto.
“Nadie está por encima de la ley. El comité comunicará todos los resultados a la entidad que lo puso en marcha, a la presidencia y al poder judicial”, declaró el portavoz.
Mientras tanto, una mujer, hablando con la BBC, declaró que hombres armados atacaron a niños de su familia hace dos meses “solo porque nuestro presidente era alauita”.
“Mis sobrinos tenían 11 y 12 años. Los acorralaron y alinearon a todos los demás jóvenes alauitas”, declaró la mujer. “Uno de ellos le preguntó a su amigo sobre nuestra religión. Dijo: ‘Son alauitas’, así que apuntó con su arma y mató a todos los hombres que tenía delante”.
“Nos consideran culpables solo porque nuestro presidente era alauita. Pero la verdad es que somos los más pobres. Nuestros jóvenes se unieron al ejército solo para ser llevados a luchar y ser asesinados”, añadió.
Antes de tomar el poder, al-Sharaa era un yihadista vinculado al ISIS y Al Qaeda. Su grupo Hay’at Tahrir al-Sham, también conocido como HTS, se separó de Al Qaeda en 2017 y pudo tomar el poder debido a que los aliados de Assad, Irán y Rusia, no pudieron apoyar financieramente a su régimen.
Esta nota fue traducida al español por Eduardo Flores de una versión en inglés.